El Viaje Migrante: Historias y reflexiones

viaje migrante

La historia de Gilberto Tovar Damirón resultó ganadora del concurso literario Tu Viaje Migrante, realizado en nuestra empresa durante 2022. A continuación, invitamos a nuestra comunidad a conocer este emotivo relato de valor, superación y lucha por su familia de un migrante venezolano en Chile.

Increíble ¡Qué manera de rodar!

Si no me lo preguntan, no descubro que con lo que recorrí en mis viajes desede Venezuela hasta Chile y viceversa, le dí la vuelta a la circunferencia de la Tierra.

Sin saberlo le di la vuelta al Mundo. Te voy a explicar por qué:

El diámetro de la circunferencia de la Tierra mide 40.075 kilómetros.

Desde Puerto Ordaz, Venezuela, hasta Santiago de Chile, hay 6.587.1 kilómetros. Y yo fui y vine 3 veces. En total, recorrí esa distancia 6 veces.

6.587.1x 6 = 39.522.6 kilómetros. ¡Me faltó un pelito!

El relato de mi viaje migrante es imposible contarlo en una hoja Word, pero allí les va:

¿Cómo fue la decisión?

La decisión fue muy difícil y afectiva al principio. Pero con la peor crisis latinoamericana de los últimos 20 años, con las fronteras venezolanas cerradas y cambio del cono monetario, entre otros desaciertos políticos, emprender mi viaje migrante era una necesidad. El objetivo se focalizó en el futuro de nuestro hijo Alan Gilbertho Tovar Low, a mediano y largo plazo. Basado en ello, fue muy fácil tomar la decisión de dejar todo atrás y buscar nuevos horizontes.

Costo del viaje

Específicamente, el inolvidable 06 de enero de 2017 (Día de Reyes), a un cambio oficial del dólar a $3.250. Por tierra: Puerto Ordaz-Venezuela-Santa Elena de Uairen / Brasil- Manaus- Porto Vhelo-Guajará Mirin/ Bolivia – La Paz / Chile- Arica-Iquique-Santiago. 450$ c/u x 2 = 900$ dólares americanos.

¿Cómo fue la despedida con sus seres queridos?

En el primer viaje: Dejar a mi esposa Hortencia Low Sánchez, familiares, amigos, mi casa, negocio y llevarnos a nuestro hijo lejos de su lado y País. De verdad no fue nada fácil.

Luego, de regreso a Venezuela y dejando a mi hijo de 15 años en Santiago de Chile. Soy honesto, lloré de puro sentimiento, como nunca.

En el segundo viaje: Dejar mi casa, familiares y amigos. Y llevar a mi esposa lejos de su País. Esta vez fue más fácil, porque ambos estaríamos en pocas horas reencontrándonos con nuestro hijo.

En el tercer y último viaje: Dejar todo atrás, sin saber a ciencia cierta cuándo volveré a mi País. Muy triste realmente.

Y la llegada a Chile

El 11 de enero de 2017, después de 5 largos días de estar entre buses, avión, peñero, taxis, motocar, y el corre-corre, finalmente pude arribar a la capital chilena.

La adaptación fue relativamente fácil, Santiago de Chile se parece mucho a Santiago de León (la Caracas de los años 80). Mismo idioma, aunque repleto de modismos diferentes entre un país y otro. Gente muy buena y generosa.

Todo fue relativamente fácil, menos el invierno, obvio que existen climas más extremos. Adicionalmente contábamos con una sobrina, Youging Low y una cuenta RUT para los gastos básicos. Le conseguimos a mi hijo un cupo en el Instituto Nacional, uno de los liceos más emblemáticos de Chile. Por supuesto repletos de dudas e incertidumbres. Eso sí, los tres con el claro objetivo de “echarle pichón a la vida en tierras australes”.

Acogida y el proceso de establecerse en Chile

El chileno es muy receptivo con el venezolano, quizás por el hecho que durante la dictadura militar, “los años más oscuros de Chile”, muchos fueron a refugiarse en Venezuela. Es empático con la situación, debido a que en todo el mundo es conocida la grave crisis política, económica y humanitaria que afecta a nuestro país.

En retrospectiva ha sido una experiencia fuerte, divertida y única.

Un proceso progresivo de nuevas adaptaciones sociales y laborales

Adoptar nuevas costumbres y adaptarse a las locales, nosotros los caribeños somos más bochincheros que los sureños. Trabajé en Cabify, Uber, limpiando obras en hospitales (quirófanos), trabajé como garzón, paseando mascotas, entre otros empleos y labores.

Actualmente soy Ejecutivo de Cobranzas en Migrante. Mi esposa trabaja en control proceso en Sanitas y mi hijo cursa el 4° semestre de Ingeniería en Programación en la Universidad Andrés Bello – Sede Antonio Varas.

Llegar a trabajar en Galgo

Ingresé a Galgo gracias a Maigualifel Medina (head of Peopel Chile de Galgo). Realizando unas vacaciones en el Departamento de Cobranzas, bajo la Gerencia de José Manuel O´Ryan, el 13 de febrero de 2020 primero por una semana, luego por un mes. Y posterior a la Pandemia del Covid-19 el 18/03/2020, obtuve mi contrato indefinido como Ejecutivo de Cobranzas.

“SIEMPRE AGRADECIDO CON DIOS, LA VIDA, CHILE Y GALGO”.
Santiago de Chile 15/07/2021 GILBERTO TOVAR DAMIRON.

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